En 1967, el ingeniero Douglas Engelbart ideó un dispositivo señalador que el usuario de ordenadores podía mover con la mano y trasladar el correspondiente movimiento a la pantalla.
En 1967, el ingeniero Douglas Engelbart ideó un dispositivo señalador que el usuario de ordenadores podía mover con la mano y trasladar el correspondiente movimiento a la pantalla. El concepto de Engelbart, que por entonces trabajaba para el Instituto de Investigación Stanford, en Melon Park (California), fue materializado por los ingenieros de Xerox en un ingenio con forma de pastilla de jabón que fue bautizado como ratón (mouse, en lengua inglesa).
La firma Apple hizo del ratón una seña de identidad estándar en los ordenadores Macintosh, y con el desarrollo del Windows pasó a formar parte habitual de los PCs.
Ese dispositivo tan simple inventado por Engelbart cambió drásticamente la forma en que los humanos interactúan con sus ordenadores. Desde la primera demostración pública del ratón en 1968, se han vendido más de mil millones en todo el mundo. Aunque ahora se ve poco a poco superado por los paneles táctiles y las pantallas sensibles al tacto, el ratón y los conceptos que lo respaldan siguen siendo una característica importante de todos los ordenadores modernos.
Engelbart nació en 1925 en Portland, Oregon, siendo uno de los tres hijos de Carl Engelbart, un reparador de radios, y su esposa Gladys. Estudió en la Oregon State University, de la que se graduó en 1948, después del servicio militar en tiempos de guerra, y continuó hasta terminar con sus estudios siete años después, obteniendo doctorado en ingeniería eléctrica de la Universidad de California, Berkeley (EE. UU.).
Se unió al Instituto de Investigación de Stanford (SRI) en 1957 y fundó el Centro de Investigación de Aumento (ARC), parte de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA), liderando un equipo responsable de crear ideas y hacerlas realidad. Un día, mientras conducía de camino al trabajo, experimentó una visión del futuro de la informática, como más tarde describió: «personas sentadas frente a pantallas de tubos de rayos catódicos, ‘volando’ en un espacio de información donde podrían formular y presentar sus conceptos de manera que pudieran aprovechar mejor las capacidades sensoriales, perceptivas y cognitivas hasta ahora sin explotar. Luego se comunicarían y organizarían sus ideas en comunidad con una velocidad y flexibilidad increíbles».
El artículo seminal de Engelbart de 1962, Augmenting Human Intellect: A Conceptual Framework, describe un futuro ordenador personal con un ejemplo. «Consideremos un arquitecto en el trabajo. Se sienta en una estación de trabajo que tiene una pantalla de visualización de un metro de lado; esta es su superficie de trabajo, y es controlada por un ordenador (su ‘empleado’) con el que puede comunicarse por medio de un pequeño teclado y otros dispositivos «.
Todavía no existía el hardware o software actual. Desde entonces, la presentación pasó a los anales de la historia de la informática como la «madre de todas las demos».
Engelbart recibió una patente para el ratón en 1970, pero no entró en uso convencional hasta más de una década después. Los diseñadores de Apple visitaron el centro de investigación Xerox PARC a finales de la década de 1970 en busca de ideas para dos ordenadores conocidos como Lisa y Macintosh. Fue allí donde encontraron el ratón por primera vez y decidieron adoptarlo para uso comercial.
Después de la visita, Steve Jobs, el entonces director ejecutivo de Apple, le dijo al diseñador industrial Dean Hovey: «Lo que ustedes deben hacer, lo que debemos hacer juntos, es construir un ratón». Hovey, que no había oído hablar previamente de un ratón, recordó: «Cuando salí por esa puerta, estaba listo para cambiar el mundo». Su primer prototipo fue «pirateado» en un fin de semana, usando un plato de mantequilla y la pelota de un desodorante en rollo.
Aunque el ordenador Lisa de Apple no fue un éxito, la máquina Macintosh, lanzada en 1984, estableció el nuevo estándar. Desde entonces, los ratones se han creado en muchas formas, tamaños y colores, pero todos se basan en los principios básicos consagrados en la invención de Engelbart de la década de 1960.
En 1997 Engelbart ganó el premio Lemelson-MIT de 500-000 dólares por su invento. Tres años después recibió la Medalla Nacional de Tecnología e Innovación del presidente Bill Clinton. En los últimos años, Engelbart había dirigido un grupo de expertos, Bootstrap Alliance, cuyos objetivos son mejorar la inteligencia humana individual a través de la mejora de la inteligencia colectiva de la humanidad.
Douglas Carl Engelbart murió el 2 de julio de 2013 a los 88 años a causa de una insuficiencia renal.